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Fernando Paz, analiza el terror yihadista en Europa

Los recientes atentados yihadistas en Barcelona han despertado el instinto de supervivencia y el alma dormida de algunos españoles, que ven en el islam una seria amenaza para Occidente, de raíces católicas, pero hoy sin apenas fe y espíritu combativo. Los medios de comunicación manipularon vilmente la información, haciéndonos creer que el islam es una religión de paz y son hechos aislados.

Lejos de ir a la raíz del problema desvían la atención de los verdaderos culpables con un mensaje estúpidamente buenista. La Iglesia elude igualmente el fondo de la cuestión. Francisco ha declarado recientemente que el derecho de los inmigrantes debe estar por encima de la seguridad de los ciudadanos.

FERNANDO PAZ es historiador, profesor y escritor. Atesora una amplia trayectoria en los medios de comunicación. En esta entrevista analiza a fondo la seria amenaza del islam en Occidente en el marco de los intereses de descristianización del Nuevo Orden Mundial.

¿Cómo valora los atentados yihadistas producidos recientemente en Barcelona?

España siempre ha estado en el punto de mira del islamismo radical. Recordemos que es uno de los pocos lugares de donde se le ha expulsado y, de esos pocos, seguramente el que más lamenta haber perdido. Así que existe un cierto irredentismo musulmán con respecto a lo que ellos llaman Al-Andalus, que es toda la península ibérica, y que tiene su base en el versículo 191 de la Sura 2:  “Matadles donde deis con ellos y expulsadles de donde os hayan expulsado. Tentar es más grave que matar. Así que, si combaten contra vosotros, matadles: esa es la retribución de los infieles”.

Ahora bien: el que el atentado haya sucedido en Barcelona en concreto obedece a unas causas que no escapan a nadie. La primera, y decisiva, es que en Cataluña reside la mitad del total de musulmanes asentados en el conjunto de España. Es obvio que esto es fruto de una decisión consciente del nacionalismo catalanista en el poder, que ha privilegiado la emigración procedente de países musulmanes sobre la hispanoamericana por evidentes motivos ideológicos, pese a no ignorar el riesgo que se asumía en materia de seguridad.

¿Pueden ser un punto de inflexión del comienzo de una serie de atentados en España?

El gobierno debería haber subrayado esa responsabilidad de los gobiernos nacionalistas de la Generalidad ante los ciudadanos, particularmente ante los catalanes, dado el reto independentista que enfrentamos; pero Rajoy no puede hacer ese discurso por cuanto está en la misma línea de sumisión a los mandatos globalistas de Bruselas que la Generalidad. También porque, durante décadas, los gobiernos de Madrid han dependido del nacionalismo catalán y, en contrapartida, les han blindado con impunidad política y judicial. Y, por último, porque, por razones políticas, lo último que desea el gobierno es enfrentarse al independentismo.

Y es que existe algo llamado responsabilidad. El gobierno la tiene, la Generalidad, también, y la alcaldía de la capital catalana, igualmente. Responsabilidad del gobierno por fomentar de modo irresponsable la emigración –y esto solo ha empezado- y no garantizar la seguridad de sus ciudadanos y por las razones políticas antes apuntadas; responsabilidad de la Generalidad por impulsar la emigración islámica hacia Cataluña -en detrimento de la hispanoamericana, más difícil de catalanizar-, pese al consabido riesgo de radicalización que era previsible en una comunidad con más de ochocientos mil musulmanes; y responsabilidad del ayuntamiento de Barcelona, al que se instruyó para colocar impedimentos en la vía pública para dificultar este tipo de acciones terroristas y que se negó a llevarlo a cabo.

Si la de Barcelona fuese, efectivamente, el comienzo de una serie de acciones yihadistas en España, todos ellos tendrán su cuota de responsabilidad, que no será menguada. Además, no puede olvidarse un hecho crucial; una vez que los radicales se han establecido en la Unión Europea, pueden moverse sin cortapisas de ningún tipo por todo su territorio. Rajoy decía que este es un problema global que solo puede arreglarse con medidas globales. Pero el terrorismo islámico se ha convertido en un problema global, entre otras cosas, porque no hay controles en el seno de la UE, porque los estados no controlan sus fronteras. Ha sido la globalización la que ha facilitado la extensión del yihadismo, y más globalización solo la alimenta.

Llama la atención la actitud buenista de la prensa vendiendo el islam como una religión de paz e incluso desviando la atención para no señalar a los verdaderos culpables…

Los medios forman parte esencial de la mentira oficial. Sin ellos no sería posible lo que está sucediendo en Europa. Cuando se produjeron miles de agresiones perpetradas por desplazados musulmanes a mujeres en Europa central durante la Nochevieja de hace dos años, la policía lo silenció con la colaboración de la prensa, porque de otro modo hubiera sido impensable. Finalmente, el asunto salió a la luz, pero los políticos dijeron que no se debía generalizar; hablamos de miles de agresiones.

Es claro que la prensa obedece a los mismos intereses a los que obedecen la clase política y la financiera. De hecho, depende de ambas para su supervivencia. La libertad de prensa, excepto en el caso de algunos medios normalmente minoritarios, es una bufonada; todos los grandes medios repiten las mismas consignas con martilleante insistencia hasta que estas quedan impresas en los cerebros de una población narcotizada. Los aún grandes medios de comunicación no son más que medios de intoxicación de masas.

Estos grandes grupos de comunicación, en ocasiones incluso admiten abiertamente que nos engañan, eso sí, por nuestro bien, para que no crezcan la xenofobia y el racismo. Recordemos lo que ha sucedido en Roterham: durante década y media: más de mil cuatrocientas –sí, 1.400- niñas fueron violadas en grupo al grito de “Allahu Akbar” con el pleno conocimiento de una policía que se abstenía de intervenir para no fomentar el racismo. La policía, los políticos y los periodistas callaron al unísono.

Esa comunión de intereses globalistas entre los grandes grupos de comunicación y la casta política y financiera, explica que en Orlando disfrazaran la matanza islámica de crimen “homófobo” –culpando al cristianismo y al heteropatriarcado-, y que tildaran de “nazi” a otro yihadista cuando se reclamó “alemán”; o que con frecuencia se les trate de perturbados o desarraigados, o que se culpe a la pobreza, o a la desestructuración personal o familiar.

Nadie puede explicar, claro, por qué esa perturbación, ese desarraigo, esa pobreza o esa desestructuración solo lleva a perpetrar los horrendos crímenes yihadistas a personas que confiesan el islam y por qué no se verifica el mismo fenómeno en hinduistas, sintoístas, cristianos o budistas.

El propósito es ocultar la verdadera naturaleza de los asesinos. La verdad es que los asesinos son musulmanes que matan en nombre del islam. Ciertamente no todos los musulmanes son yihadistas, pero también ciertamente todos los yihadistas son musulmanes. Esa verdad elemental que los medios nos regatean no es ignorada por nadie, entre otras cosas gracias a que la tecnología está rompiendo el monopolio que hasta ahora ha ejercido la prensa oficial; el caso de la victoria del Brexit o de Trump, son buena muestra del desprecio que la prensa produce en amplios sectores de la población, un fenómeno claramente en alza. La buena noticia, pues, es que ese monopolio de la prensa oficialista está empezando a acabarse.

En esta misma línea están los grupos de extrema izquierda, los mismos que condenan con contundencia la islamofobia, y que permiten e incluso fomentan la cristianofobia…

La extrema izquierda es, para empezar, una gran mentira. Ni es antisistema ni es antiglobalización. Es un destilado del sistema y, desde luego, partidaria de una determinada globalización que llaman internacionalismo, opuesta a las políticas de recuperación de la soberanía del estado-nación, que son las únicas políticas verdaderamente opuestas a la globalización; la crítica de la extrema izquierda al sistema y a la globalización no se refiere a su naturaleza, sino a la inconsecuencia de su aplicación. Defiende objetivamente los grandes intereses del capitalismo transnacional, con plena conciencia de lo que hace.

Muestra, eso sí, una gran preocupación por la “islamofobia”, apenas un epifenómeno, al tiempo que fomenta una activa cristianofobia. Así, mientras exige una escrupulosa aplicación de los más exquisitos protocolos correcto-politiqueses para los musulmanes, protagoniza agresiones continuas contra los católicos.

Pero es perfectamente consecuente, puesto que su objetivo es la aniquilación del cristianismo, razón por la que apoya la islamización. Para esa extrema izquierda, el cristianismo ha creado una sociedad patologizada que ha de ser suprimida, y el islam es un aliado objetivo en esa tarea.

Por supuesto que, si el islam triunfase, ellos serían los primeros en ser eliminados; es incluso es posible que la Iglesia sobreviviese –en condiciones precarias, desde luego- pero lo que seguro es que el ateísmo, el feminismo, el abortismo, el homosexualismo, la ideología de género…irían al cubo de basura de la historia. Y los ateos, feministas, abortistas y homosexuales vivirían un destino cualquier cosa menos envidiable.

La hermana de un terrorista tras dar un discurso en Ripoll fue aclamada como heroína… ¿Hemos perdido la cabeza? ¿Síntoma de una sociedad enferma?

Vivimos una especie de Síndrome de Estocolmo colectivo. Occidente ha sido inducido a creer que toda su historia es un inmenso error y que su actuación a través de los siglos no es más que una acumulación de crímenes, explotación, saqueos y violaciones, algo de lo que avergonzarse hasta el final de los siglos y por lo que hay que pedir perdón al resto de pueblos del planeta.

En el caso de España, no cabe duda de que nuestra sociedad está enferma, sí, pero no perdamos de vista una cosa; la historia de la humanidad es la historia de la lucha de elites. Cada pueblo es el reflejo de sus grupos dirigentes. Si miramos a la oligarquía que gobierna España, entenderemos lo que ocurre a nivel popular. Uno de los más llamativos sucesos de los últimos decenios ha sido la degeneración de las elites nacionales, que arrastra al conjunto social.

El marxismo, a partir de Gramsci, ha entendido esto perfectamente. Nadie niega la importancia de la base económica, pero es la esfera cultural y social lo que verdaderamente modela la historia. Ahora lo importante es lanzar el mensaje de que el islam no es culpable, sino que lo es tan solo una minoría que utiliza a la Umma como coartada para perpetrar sus violencias; los musulmanes pasan así a ser víctimas de aquellos violentos que abusan de la inocencia y bondad del conjunto de los creyentes.

¿Por qué casi nadie condena la maldad intrínseca del islam?

Casi nadie la condena…en público. Las conversaciones particulares son otra cosa. Cada día es más evidente la separación impuesta por la corrección política entre lo privado y lo público. Cada día, mayor número de personas se preguntan por qué no se puede hablar de determinadas cuestiones en público, y se sienten excluidas del discurso oficial, que no entienden y les resulta repulsivo e hipócrita. Cada día hay más personas que son conscientes de que están siendo engañadas.

Si en el Corán hubiese versículos que llamasen a la matanza del infiel, esto resultaría muy incómodo para los musulmanes o sus defensores. Es evidente que eso explicaría la existencia del yihadismo, que este tendría acomodo en el seno del islam. ¿Es el Corán un libro que llama a perpetrar tales actos de violencia? Sin duda.

Basta con echar un vistazo a las siguientes referencias, que distan de agotar el tema: Sura 2, versículos 191 – 193; Sura 4, versículos 56- 89 – 91; Sura 4, versículo 144; Sura 5, versículo 33; Sura 8, versículos 12-13-14-15-16-17; Sura 8, versículos 38 – 39; Sura 9, versículo 5 – 14; Sura 9, versículos 29 -36 -111. Al radicalismo islámico se le condena por radical, no por islámico, sin percibir que las expresiones de violencia forman parte de la propia naturaleza del islam.

No se quiere ir al fondo del problema. Las mezquitas salafistas son auténticos centros de apología terrorista, ¿Nadie plantea cerrarlas?

Las mezquitas de este tipo son, como bien dice, auténticos centros de apología terrorista. No hay dudas acerca de su papel en la generación de la doctrina más radical que muchas veces conduce al terror yihadista. Por otro lado, es una evidencia clamorosa que las mezquitas salafistas están promovidas desde países que comparten poderosos intereses con las oligarquías occidentales. Hay muchas reticencias para cerrarlas, incluso cuando las pruebas son abrumadoras.

Algunas fuerzas políticas en Europa sostienen la necesidad de cerrarlas, desde el Frente Nacional en Francia hasta Alternativa por Alemania, y no cabe duda de que sus propuestas se están abriendo paso de modo decidido entre los ciudadanos de sus países. Cerrar estos centros es una indudable necesidad, aunque no resuelve el problema. Hay muchos focos de radicalización entre los millones de musulmanes que se han establecido en Europa, y cualquier solución pasa por comprometer a la comunidad musulmana. Pero ¿es eso posible? Es dudoso, aunque en todo caso es exigible.

Desde las terminales mediáticas se nos insiste una y otra vez en que los yihadistas no cuentan con un seguimiento mayoritario entre los musulmanes, pero lo cierto es que el apoyo al yihadismo en el conjunto de islam no es residual; de momento, aún estamos a la espera de multitudinarias manifestaciones de condena de los actos terroristas que se perpetran en Occidente por parte de esos millones de musulmanes pacíficos. Para ser tantos millones, parecen muy silenciosos.

Viendo la actitud de los políticos siguiendo las pautas del Nuevo Orden Mundial, ¿antes cerrarán iglesias católicas que mezquitas?

Puede usted estar seguro. De hecho, en la promoción del islam que se hace desde las instancias globalistas, un objetivo básico es la destrucción de Europa, lo que incluye, como primera providencia, la del cristianismo, savia nutricional de nuestra civilización.

También destaca una actitud tibia de la Iglesia sin atreverse a afrontar el problema del estado islámico, que decapita y atenta contra miles de cristianos…

La actitud de la Iglesia, en su conjunto, puede calificarse de tibia en el mejor de los casos, sobre todo teniendo en cuenta que en el Próximo Oriente han venido desapareciendo antiquísimas comunidades cristianas, arrasadas y aniquiladas en verdaderas orgías de terror. Mientras que no pocos cristianos de aquellas regiones dominadas por los islamistas han venido advirtiendo de lo que estaba pasando y de lo que nos va a suceder en Europa si no ponemos remedio, el Papa ha declarado recientemente que el derecho de los inmigrantes debe estar por encima de la seguridad de los ciudadanos, declaración que a la luz de lo anterior es, cuando menos, desconcertante.

Los inmigrantes que llegan a Europa son, en su inmensa mayoría, musulmanes, y entre ellos se filtran numerosos yihadistas. Esos inmigrantes son en realidad desplazados, y no tanto refugiados, como se les ha venido llamando: los verdaderos refugiados probablemente no alcancen el 5%. del total de aquellos. La visión que muchas veces se proyecta desde ciertas instancias de la Iglesia, y que parece hacer suya el Santo Padre, resulta insospechadamente ingenua, y nos puede costar muy cara.

¿Representa el islam una gran amenaza para acabar con la civilización de occidente a medio o largo plazo?

Por supuesto que el islam es una amenaza cierta que pude terminar con nuestra identidad. Aunque solo sea por su peso demográfico; en la capital de la Europa comunitaria, Bruselas, el nombre que más se oye en los paritorios es Muhammad, y más del 50% de la población es extracomunitaria; en Francia, el 30% de la población menor de 20 años es musulmana.

En Bélgica y Holanda la mitad de los nacimientos suceden en el seno de la comunidad islámica y, antes de dos décadas, su población estará divida al 50% entre los holandeses de origen europeo y los de origen musulmán. En el año 2030, y de acuerdo al ritmo de crecimiento de la población, en el conjunto de Europa residirán unos 100 millones de musulmanes. Eso sin contar con una eventual entrada de Turquía en la UE, algo que no hace mucho parecía inminente (y que en 2030 alcanzaría una población de 90 millones).

Además de la cuestión demográfica está la cultural y religiosa; los musulmanes creen en lo que les hace ser lo que son; Occidente no. Por eso tenemos hoy dos amenazas: una interna y otra externa. La externa es la islámica; la interna, aquello que nos corroe, que nos está matando, que nos asfixia, desde la corrección política hasta el marxismo cultural, el globalismo y la ideología de género.  La amenaza más peligrosa es la interna; sin ella, la amenaza externa lo sería mucho menos. Si nos empecinamos en los errores o simplemente no hacemos nada, pereceremos; pero si somos fieles a nuestra alma, aún podremos salvarnos. En nuestras manos está.

Rafael López Dieguez, en denfesa de la familia, la ley natural y la vida.

Rafael López-Diéguez es un abogado y político español, Secretario general de Alternativa Española. En esta entrevista analiza en profundidad  la situación de España y la importancia de recuperar los grandes ideales católicos.

Nos propone la defensa de las raíces cristianas de España, la salvaguardia de la indisoluble unidad de la Patria, la protección de la Vida, desde el mismo instante de su concepción a su muerte natural (contra aborto y eutanasia en cualquier supuesto). Por último, la defensa de la familia fundada en el matrimonio, abierta a la vida y con la obligación de educar a los hijos, y con el derecho de hacerlo en la verdad y en el bien, constituyéndose así en célula fundamental de la sociedad, iglesia doméstica, transmisora de la fe y de los valores distintivos que deben adornar a cualquier español.

¿Cómo contempla la situación actual en Cataluña después de todos los vergonzosos acontecimientos sucedidos en los últimos meses?

La verdad es que se mezclan sentimientos muy intensos de tristeza, vergüenza e indignación. Llegado un punto, termina por hacerse más bochornosa la actitud del gobierno de Mariano Rajoy que la de los separatistas. A fin de cuentas, estos últimos llevan amagando y mostrando a las claras sus intenciones. Repugnantes, sí, pero todos sabíamos a donde querían llegar. No han engañado a nadie. Lo que resulta incalificable es la actitud de un gobierno, que cada día parece estar más claro, ha traicionado España con sus pactos bajo la mesa con los que pretenden romperla.

Y esto es así porque el gobierno, disponiendo de los resortes legales suficientes para acabar con esta revuelta de manera definitiva, teniendo la legitimidad y la obligación de utilizarlos y de poner los medios para que ésta no vuelva a repetirse en el futuro, no lo hace.

Hace años ya debió aplicar el artículo 155 de la Constitución ante la redacción del nuevo estatuto y no lo hizo. Ahora debiera haber declarado el estado de excepción y en cambio aplica un cosmético e insuficiente 155 tarde y mal. El referéndum que querían los secesionistas, es el que ha convocado Rajoy poniéndoles en bandeja de plata la oportunidad de obtener un resultado electoral absolutamente legal que les permita una justificación de barniz democrático a sus objetivos.

Son traidores al consentir la vergüenza, la infamia y la humillación a la que sometió a España el Parlamento catalán al declarar públicamente y sin impedimento alguno la independencia, o cuando permitió que previamente que lo hiciera Puigdemont en ese mismo parlamento, cuando en ambas ocasiones las intenciones eran públicamente anunciadas y por tanto conocidas y evitables.

Traidores porque mientras los separatistas tomaban las calles mediante revueltas, el gobierno mantuvo vergonzosamente encerradas en hoteles a las fuerzas del orden, sitiadas por manifestantes, impidiéndoles realizar su trabajo y colocando a los catalanes y a Cataluña en absoluto desamparo en manos de los rebeldes.

Traidores porque no impidieron la fuga de Puigdemont para el actual ridículo internacional de la imagen de España. Traidores por no impedir un referéndum a todas luces ilegal, a sabiendas del día, el lugar y la hora en el que se celebraría. En definitiva, todo este bochornoso proceso no se entiende sin el consentimiento de quién pudo y debía haberlo evitado.

¿La manifestación masiva del 8 de octubre supuso un punto de inflexión en la resistencia de los catalanes frente al separatismo?

Sin ninguna duda, la manifestación del pasado día 8 en Barcelona fue de una inmensa trascendencia.

En primer lugar, porque los orígenes de la convocatoria se remiten a una organización como Somatemps que se encuentra fuera del control del poder político o partidista y que lleva muchos años luchando en solitario por defender la verdad en Cataluña siendo prácticamente la única voz en esta región y por tanto expuesta a las represalias del totalitarismo separatista.

Por tanto este éxito de la convocatoria corresponde a las gentes catalanas que hartas de la situación creada por los secesionistas de ahora y de las décadas pasadas y toleradas y alimentadas por la connivencia de los gobiernos de ahora y de las décadas pasadas, salen a la calle para expresar que no están dispuestas a que se les robe España, saliéndose totalmente del control del sistema y cogiendo con el pie cambiado a los partidos políticos.

Conviene recordar que hasta ese momento es el propio Partido Popular el que había dado orden expresa de no organizar ni apoyar ningún tipo de manifestación. Solo al darse cuenta de que su inacción cobarde y cómplice, provocaba una reacción de catalanes que no era capaz de controlar, solo en ese momento, es cuando se propone canibalizar la concentraciónn del día 8 cerrando la tribuna a aquellos oradores, auténticos motores de la convocatoria, para no perder el control del discurso y que este llegase a la ingente masa de catalanes que rugían contra el abandono del gobierno. La última convocatoria celebrada el domingo 29 de octubre supone el epílogo de la estrategia del Partido Popular en el cual ha tratado de cerrar la desactivación del movimiento popular reconduciéndolo a su redil. Pero quizás ya sea tarde y un buen número de catalanes y personas del resto de España han sido testigos de hasta qué punto la inacción, o lo que es peor, la actuación cómplice de un gobierno con los enemigos de España puede poner en un brete a la Nación entera. Yo espero que, como es frecuente en nuestra historia, cuando el político de turno abandona sus responsabilidades, el pueblo español haga el trabajo.

En segundo lugar, la concentración del pasado día 8 es importante porque esa ingente Cataluña silenciosa puso blanco sobre negro, no sólo que el separatismo no es mayoría sino también que los partidos políticos autodenominados constitucionalistas, perdían el control de la calle. La capitalización de la manifestación la pueden lograr con sus imágenes sesgadas en los medios de comunicación, con sus organizaciones pantalla o con los ridículos discursos de los oradores, pero más difícil les era dirigir el espíritu de los manifestantes de Barcelona, mucho más identificados con el discurso de Javier Barraycoa en la plaza de Colón de Madrid el día 9, que con el de Vargas Llosa o Borrell del día 8.

Si los oradores de Barcelona obviaban a España idolatrando a la democracia y a la constitución, los españoles salían a las calles en defensa de su Patria, como el auténtico fin al que los sistemas o leyes deben servir. Evidencian así el patético y vergonzoso discurso del gobierno de Mariano Rajoy y de los dirigentes de su partido en el que se supone que defienden a una España que ni se atreven a nombrar, amparándose en una constitución que es la causante primera de la triste y dramática situación en la que nos encontramos.

Por último, la importancia anímica para el ingente número de catalanes que se creían solos, desunidos, temerosos, porque habían sido abandonados durante ddécadas a su suerte por los sucesivos gobiernos de España, más preocupados de agasajar a los nacionalistas con mayores transferencias de competencias y tolerando una corrupción sin límites, a cambio de sus apoyos en las cortes para poder gobernar, que del monstruo que de manera artificial iban creando. Ahora esos catalanes se han podido visualizar formando esa Cataluña española sana, multitudinaria, fuerte, unida, desempolvando sus banderas nacionales,

Se produce el día 8 por tanto, no sólo un mensaje al separatismo sino también a los partidos políticos PP y PSOE que lo han alentado desde sus respectivos gobiernos.

¿Cómo valora la labor de Somatemps como fuerza de choque del separatismo?

De forma admirable. Fieles al carácter catalán, noble y perseverante conscientes de que la Catalanidad es Hispanidad, han tenido el coraje y la habilidad de mantener el fuego de la verdad vivo, frente a la persecución y marginación, casi total de las autoridades regionales por un lado y por otro a los intentos de canibalización del PP, más interesado en domesticar por mero interés partidista la más importante asociación que desde su auténtica catalanidad defendía la unidad de España, que de defender y apoyar los fines de esta.

No ha hecho por tanto Somatemps, labor de partido. Han hecho una labor de política real, con mayúsculas. Aglutinando a los medios en torno al fin, de manera transversal, siendo correa de transmisión de diferentes asociaciones y formaciones de distintos signos en una incansable actividad social en las calles de las ciudades y pueblos de Cataluña.

Así mismo, Somatemps se ha convertido en la auténtica referencia a la hora de desarrollar el relato cultural de lo que ha sido Cataluña en su Historia y su transmisión perseverante y valiente mediante publicaciones, libros, conferencias de gran nivel intelectual por parte de sus promotores. Por último, su magnífica comunicación en el campo digital, con las complejidades que supone cubrir bien ese frente.

Conviene recordar que las opciones políticas catalanas de cualquier signo, junto con sus organizaciones pantalla, no cuestionan la legitimidad democrática del separatismo, que por su naturaleza va contra el ser histórico de Cataluña. Por tanto, son cómplices de ellos, pues simplemente y a lo sumo, les cuestionan los medios, pero les conceden la posibilidad de subvertir el orden e ir contra la propia realidad de Cataluña y por ende contra España.

Por ello es Somatemps, probablemente, la principal y auténtica fuerza de choque contra el separatismo y en defensa de Cataluña y España y por ello Alternativa Española apoya y secunda todas sus iniciativas.

¿Por qué recuperar la esencia Hispánica de Cataluña es clave ante la manipulación histórica de los separatistas?

Lo es fundamentalmente porque recuperar la esencia hispánica de Cataluña es recuperar a la verdadera Cataluña y por tanto a nuestra España herida. Comenta frecuentemente mi amigo Javier Paredes que las cosas son lo que son y no son lo que no son. Por tanto, la esencia de la Catalanidad es la Hispanidad y así lo demuestran los hechos a lo largo de la historia.

Uno de los grandes desastres que la Constitución del 78 trajo, fue un sistema administrativo autonómico basado en falsedades históricas, contrarias a la verdad de los hechos, y contrarios también a la verdadera identidad social, política y moral de España y de Cataluña.

El lavado de cerebro colectivo y la transmisión de esta pseudo historia ha sido posible, entre otras, por las competencias educativas delegadas por los gobiernos sucesivos y que han corrompido intelectual y moralmente a dos generaciones enteras de catalanes que persiguen una quimera falsa que va contra el propio ser de Cataluña que siempre ha servido leal y ejemplarmente a España en innumerables y heroicos episodios históricos.

Pero todo ello no hubiese podido ser llevado a cabo por el propio deseo de los separatistas, si no que era necesaria la complicidad de los sucesivos gobiernos centrales. Hoy hay que recordar en este punto los vergonzosos pactos del Majestic de 1996 por los que Aznar transfiere entre otras muchas, las competencias de justicia o las  educativas, con las terribles consecuencias derivadas, y posibilita la creación del cuerpo de Mozos de Escuadra, amén de unas cesiones económicas astronómicas.

Dos años después de estos pactos se aprobó la autonómica Ley de Política Lingüística que supuso la marginación del español en la escuela y el comercio, negando el derecho y el deber que todo español tiene de aprender la lengua española. Todo esto se nos vendió como el fin del supuesto conflicto entre España y Cataluña. 10 años después se aprobó el nuevo estatuto y 20 después, estamos como estamos.

Y pese a todo, la campaña separatista y el apoyo vergonzoso del gobierno central, continúa. Prueba de ello las inaceptables declaraciones del ministro Méndez de Vigo en las cuales descarta la recuperación de las competencias educativas a raíz de la actual aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Mientras las competencias educativas sigan transferidas y aun recuperándolas, mientras los sistemas educativos no enseñen en la verdad histórica y espiritual de España y sus regiones, que es la razón y garantía de su unidad, seguiremos instalados en la división y deriva actual.

Alternativa Española AES, el partido que usted preside, ¿Qué puede ofrecer en relación a Cataluña?

Desde su creación hace 13 años, Alternativa Española nace para defender, entre otros tres puntos irrenunciables, la defensa de la indisoluble unidad de España. Y lo hacía en aquel entonces porque el grupo de españoles que puso en marcha este proyecto político veíamos claro que el sistema autonómico era una grave amenaza a esta unidad y reclamamos la supresión de este sistema que además de poner en peligro la unidad de España, genera división y desigualdad entre españoles como desgraciadamente estamos viendo.

Desde AES hemos llevado a cabo numerosas actuaciones a este respecto tanto desde el campo de la actuación política, en el 2006 presentamos recurso para paralizar el referéndum convocado ilegalmente por el gobierno de Pascual Maragall en referencia al nuevo estatuto de autonomía catalán; Llevamos reclamando la aplicación del artículo 155 en Cataluña desde hace 10 años en diversas manifestaciones, tenemos en marcha una campaña de recogida de firmas por España solicitando un referéndum para la supresión de las autonomías actualmente activa desde hace varios años,  y hemos ido denunciando las diversas medidas que se han ido aplicando por parte del gobierno autonómico y que han desembocado en la situación actual, desgraciadamente tal y como veníamos advirtiendo.

Nuestros concejales presentaron en sus respectivos ayuntamientos la declaración de persona non grata al alcalde de Arenys de Munt en el año 2009 y los sucesivos alcaldes catalanes que convocaron referéndums independentistas en sus municipios.

AES se ha presentado a comicios autonómicos y a las generales en esa circunscripción en diversas ocasiones, hemos convocado diversas manifestaciones en Madrid y hemos asistido a las concentraciones en defensa de la unidad de España que se ha celebrado en Cataluña en los últimos años. Así mismo hemos librado esta batalla en el frente jurídico en la medida de nuestras humildes posibilidades.

Todo ello, desde nuestra perspectiva, no es más que la obligación que tenemos como españoles en defensa de nuestra Patria y por ello seguiremos haciendo en este sentido todo lo que está en nuestra mano, con la humildad de nuestros recursos, pero con el arrojo y la seguridad que nacen de nuestro profundo amor a España, sin pensar en criterios de conveniencia política u otros intereses espurios por los que se rigen desgraciadamente los partidos políticos hegemónicos.

¿Cómo su proyecto político defiende sin fisuras la unidad de España?

Tal y como le he comentado anteriormente y como figura en nuestra declaración programática y en nuestro programa político. La unidad de España se debe blindar tanto legalmente como impidiendo que está pudiera ser cuestionada desde las propias instituciones y por ello proponemos dos vías. Por un lado, la supresión del modelo autonómico actual tal y como está concebido y promover un modelo territorial, contemplando, promocionando y respetando las diversas peculiaridades culturales, históricas, lingüísticas y jurídicas, que forman parte inherente de nuestra propia identidad de nuestra riqueza Histórica y cultural, de manera que estén orientadas, como siempre ha sido, a servir a la misión común que encarna España.

Así mismo debe de desaparecer de la Constitución las referencia a las nacionalidades históricas, auténtico disparate jurídico e histórico, así como la transitoria IV que abre la puerta a la desaparición de la región Navarra mediante su anexión por la vascongada. Esta transitoria IV muestra muy a las claras como la Constitución lejos de pretender reconocer la realidad histórica, cultural y social de las regiones de España, solo pretende contentar a los separatismos colocando a una región que durante siglos fue reino de España a manos de lo que como mucho llego a condado.

Por otro lado, la ilegalización de todo partido político que defienda, promueva o ampare la secesión de cualquier región. De hecho, hace pocas fechas presentamos a la fiscalía una petición de ilegalización de todas las formaciones políticas promotoras de la rebelión producida en Cataluña. No es admisible que aquellos que buscan la destrucción de España, se amparen en la ley española y de sus recursos políticos y económicos para destruirla.

En definitiva, es prioritario la derogación de este estado autonómico auténtica rémora para el crecimiento de España porque:

  • Lo único que ha traído es pobreza a los españoles, suponiendo un agujero negro en cuanto a una multiplicación por 17 de un gasto inasumible y una estructura propicia para el florecimiento del saqueo público mediante la corrupción y un sistema clientelar.

  • Ha divido a los españoles en 17 regiones egoístas pendientes de sus propios intereses olvidándose de su vocación de servicio colectivo al bien Común. Ha sustituido la España del servicio y el sacrificio por la España del individualismo y del interés.

  • Y, por último, porque ha generado desigualdad entre los mismos pues los distintos sistemas legislativos regionales contemplan grandes diferencias entre españoles de distintas regiones en asuntos tan importantes como la sanidad, la educación, el derecho sucesorio y otros.

Quisiera también hacer una mención especial al asunto de la educación. Es imprescindible, para revertir esta situación recuperar de inmediato las competencias transferidas, principalmente la educativa; renovar los claustros, los equipos directivos, las consejerías y a la par, elaborar una ley educativa y un plan de estudios en el cual se recupere la enseñanza en la verdad para volver a mostrarles a los alumnos catalanes y del resto de España, la belleza de su verdadera historia, con sus virtudes y miserias, y volver a explicar el sentido del ser catalán.

Esto no implica como se dice en ciertos entornos ir contra Cataluña o privarla de sus históricas instituciones, lo que es imperativo es que esas instituciones deben quedar limpias de traidores. Creo que es importante insistir en que esto no es un conflicto entre Cataluña y España esto es un conflicto entre España y los separatistas.

Por si algún lector no los conoce todavía ¿Que otros grandes ideales defiende su partido?

lternativa Española nació con la intención de ocupar un espacio político que seguimos creyendo existente y no representado para dar voz a muchos ciudadanos huérfanos de representación política y basado en cuatro principios irrenunciables no sujetos a negociación alguna y que entendemos que son las bases fundamentales para construir una España justa.

Estos cuatro principios son:

  • La defensa de las raíces cristianas de España, que conforman la misión histórica de España a la que han entregado su vida y esfuerzos generaciones enteras de españoles durante siglos.

  • La defensa de la indisoluble unidad de la Patria, acechada actualmente de manera muy especial sin perder de vista que los orígenes de esta persecución se remontan muchos años atrás, cuando los enemigos de Cristo comenzaron su feroz ataque a la nación que mejor le había servido.

  • La defensa de la Vida, desde el mismo instante de su concepción a su muerte natural, oponiéndonos a cualquier forma de aborto, en cualquier supuesto, en cualquier plazo y bajo cualquier circunstancia; a la fecundación in vitro, la manipulación de embriones las píldoras abortiva y cualquier otro tipo de atentado contra él no nacido, exigiendo la inmediata derogación de cualquier legislación que de amparo a estas terribles prácticas y el reconocimiento de este derecho fundamental mediante un blindaje constitucional.

  • De igual modo la lucha por la vida no se limita a los no nacidos, sino que afecta también a nuestros mayores y enfermos terminales o crónicos graves que en el corto plazo se verán afectados de lleno por las leyes de eutanasia que ya han comenzado a aprobarse en los ámbitos autonómicos.

  • Por último, la defensa de la familia fundada en el matrimonio, abierta a la vida y con la obligación de educar a sus hijos, y con el derecho de hacerlo en la verdad y en el bien, constituyéndose así en célula fundamental de la sociedad, iglesia doméstica, transmisora de la fe y de los valores distintivos que deben adornar a cualquier español.

Para defender todo ello proponemos volver a una legislación basada en la Ley natural y en la Moral objetiva, una profunda modificación de la Constitución vigente que blinde de manera inequívoca estos cuatro principios irrenunciables, un orden social justo basado en la doctrina social de la iglesia, y la recuperación de la idea de la Hispanidad.

¿Por qué desde Fuerza Nueva cuesta tanto que una alternativa patriótica al PP tenga representación parlamentaria?

Podríamos analizar varias causas, pero fundamentalmente las reduciría a dos.

En primer lugar, destacaría que el primer interesado en que no irrumpa ninguna formación de corte patriótico es el propio sistema, pues está sustentando en principios y en fundamentos contrarios al orden natural y a la moral objetiva, por tanto, anti cristianos y por extensión anti españoles.

La irrupción de un partido en el panorama político con unos cimientos morales antes citados iría por tanto contra la propia raíz del sistema pudiéndole dejar en evidencia y poniendo en riesgo el trabajo de demolición de España que tan eficientemente está llevando a cabo.

La prueba de ello la tenemos en la facilidad con la que formaciones políticas aparentemente opuestas, incluso presentadas como incompatibles, llegan a acuerdos en cuestiones nucleares de índole moral. Todos esos acuerdos en leyes que van contra el mismo corazón de España, son aprobados o defendidos unánimemente: El sistema autonómico, las leyes divorcistas, abortistas de género y eugenésicas, que atentan contra la familia o la dignidad de la persona, la defensa a ultranza de la laicidad del Estado y la negación expresa de las raíces de España o el desmantelamiento de un sistema social y económico justo.

Para defenderse de ello, el sistema ha usado todos sus recursos para aplastar cualquier posibilidad de que pueda emerger un nuevo partido de este corte. Desde la manipulación de la educación, hasta el uso de los medios de comunicación, del desprestigio social de las ideas y de quienes las profesan hasta el auténtico asesinato del alma de dos generaciones de españoles. En este punto es de justicia señalar que lamentablemente, muchos miembros de la jerarquía de la Iglesia Católica han contribuido decisivamente bien por acción o bien por omisión por un lado apoyando de manera evidente a opciones claramente anti cristianas o bien con un silencio cómplice o con la propagación de un mensaje de muy dudosa catolicidad que ha terminado por convertir a España en un páramo espiritual.

En último término cuando alguna formación asoma la cabeza y es contemplada como una amenaza el sistema le niega cualquier posibilidad cerrando el acceso a los medios de comunicación, convirtiendo en invisible al grupo en cuestión y condenándolo a la marginalidad.

La segunda causa sería la atomización que hasta el momento existe de aquellas formaciones que comparten puntos claves en común, pero que han estado más centradas en las divergencias, y ello no ha facilitado la posibilidad de esta irrupción.

Por ello estaremos siempre dispuestos a la consecución de acuerdos con otras formaciones de modo que se pueda presentar un proyecto unitario que acabe con la dispersión y que aglutine a todos aquellos que estamos en el combate en defensa de la nuestra Fe y de nuestra Patria.

No obstante, y pese a la dificultad de la situación y el panorama desolador que se presenta ante nosotros, no es propio de nuestro espíritu ni el desánimo ni el pesimismo. Por ello desde Alternativa Española estamos firmemente decididos a continuar en este trascendental combate, para librarlo con todos los medios a nuestro alcance, sosteniendo nuestra actividad política en la oración. A Dios rogando, pues es él, el que gana las batallas, por muy imposibles que nos puedan parecer y al mismo tiempo, con el mazo dando, aportando lo mejor de cada uno de nosotros para, aunque sólo sea, tratar de ser lo más dignos posibles con las generaciones pasadas y mantener vivo el legado para cederlo a las generaciones venideras.

Blas Piñar, lealtad a Dios y a España hasta el final

En estos tiempos convulsos, de decrepitud galopante y decadencia enfermiza, en donde parece que todo se desmorona, debemos más que nunca librar con heroísmo y entusiasmo los nobles combates de la Fe. En estos tiempos yermos de héroes y ayunos de santos necesitamos rescatar del pasado el legado de sólidas referencias que nos mostraron con firmeza el camino. De esta manera no claudicaremos en el servicio a Dios y a la patria.

Blas Piñar, en palabras de Utrera Molina, fue sin duda uno de los mejores hombres de nuestro tiempo. Manuel Marín, presidente tantos años del Congreso de Diputados, afirmó que “Blas Piñar había sido el parlamentario más brillante”. D. Blas tuvo amistad con grandes defensores de la Tradición como el Cardenal Siri o Monseñor Marcel Lefebvre. Fue la figura seglar más relevante del catolicismo español de la segunda mitad del siglo XX. Monseñor Guerra Campos dijo que “Blas Piñar sabía más teología que todos los obispos de España juntos”.

Uno de sus nietos, D. Miguel Menéndez Piñar, nos habla con pasión de la figura de su abuelo. Con él no sólo compartió los lazos de la sangre. La comunión de ideales y saberse posicionado en la misma trinchera de su abuelo, forjaron una relación de sintonía plena compartiendo pensamiento y acción. 

¿Qué motivos tiene para estar orgulloso de su abuelo D. Blas Piñar? 

Estoy orgulloso de mi abuelo por haber fundado una familia ejemplar con su matrimonio inquebrantable que dio abundantes frutos: ocho hijos, cuarenta y cuatro nietos y, mi segundo hijo, que nacerá en estos días, hace el número ochenta y seis en el grupo de los biznietos. En un momento crucial para la institución familiar, Blas Piñar la defendió hasta el extremo, incluso con el abundante testimonio de su propia fecundidad.

Estoy orgulloso de mi abuelo, católico cabal, porque hizo de la promesa bautismal su máxima constante, abrazando la Fe en cada momento e instante de su vida. Penetró y profundizó en los misterios divinos, iluminando de teología sus pensamientos, obras y acciones hasta el punto de que Monseñor Guerra Campos dijo que “Blas Piñar sabía más teología que todos los obispos de España juntos”. Ahí están sus obras publicadas, delicadísimos y profundos estudios sobre “La Controversia del Dios Uno y Trino”, sobre la “Iglesia, Pueblo de Dios y Cuerpo Místico de Cristo”, “Eucaristía y Santo Sacrificio de la Misa”, “Tiempo de Ángeles” o “Teología cristocéntrica de San Pablo”.

Estoy orgulloso de mi abuelo porque en un tiempo de traiciones, por maldad o cobardía, él me enseñó –y a cuantos quisieron recoger su magisterio-, pública y privadamente, la lealtad a unos ideales permanentes que encarnan la esencia histórica de España. Estoy orgulloso de mi abuelo, en definitiva, por estar en la vanguardia de la familia, por ser un bastión de la Fe y por su entrega generosa a España, en primera línea, contra viento y marea.

¿Cómo era su relación personal con él? 

La base y frecuencia de nuestra relación fue la sangre, abuelo y nieto, pero lo he dicho muchas veces: hay lazos más estrechos y más fuertes que los de la propia sangre y, en mi caso, la comunión de ideales y saberme posicionado en su misma trinchera, forjaron una relación de sintonía plena compartiendo pensamiento y acción. Quise que supiera, en todo momento, que podía contar con mi compañía, mi apoyo, mi ánimo. Para mí, lo de menos, es que fuera mi abuelo. Siempre le vi como mi maestro, mi jefe, mi camarada, mi faro. Acepté, siendo consciente del privilegio, representarle, porque así quiso que fuera, en decenas de actos y foros cuando físicamente le fue imposible asistir a él.

Nos veíamos todas las semanas en la sede de Fuerza Nueva y, los últimos años, le visitaba con mucha frecuencia. Puedo afirmar, sin equivocarme, que jamás hubo un momento en su vida que no pensase en España.  No era hombre de perder el tiempo en conversaciones banales. Además de llamarme por mi cumpleaños, onomástica o aniversario de boda (lo hacía con todos sus hijos, nietos, biznietos…), lo hacía asiduamente para cosas concretas, información o documentos que necesitaba para alguno de sus trabajos. Como buen notario, todo lo que decía o escribía tenía detrás argumento y documentación para sustentarlo.

Sentía devoción y admiración hacia él, devoción y admiración que se acrecentaban cuando, estando a solas con él, le preguntaba sobre algún tema y recibía una clase magistral de inmediato. Me despedí de él, horas antes de morir, diciéndole al oído: “Abuelo querido: gracias por la Fe, la Patria y la vida”. Tuve el Honor de cubrir su féretro con la enseña nacional.

¿Qué anécdotas más significativas recuerda? 

Las anécdotas al lado de un hombre tan grande son abundantísimas. Pero su sentido del humor, aun en momentos duros, hace que ciertas anécdotas sigan más vivas que otras y no puedan caer en el olvido. Diez años antes de morir, le fue diagnosticado un cáncer de tiroides que provocó la intervención quirúrgica y la traqueotomía permanente, para siempre. Dicho sea de paso, ni la traqueotomía pudo apagar la voz de quién hizo de la oratoria un arte y se sirvió de la palabra para predicar y arengar el combate de la Fe. Pues a raíz de dicha enfermedad, en una de sus estancias en el Hospital, coincidió con Santiago Carrillo. No llegaron a verse, aunque mi abuelo le contó al capellán que se habían cruzado en el pasillo y señalándose la garganta le dijo: “Santiago, para cuellos, el mío”. Da para un libro historias de este tipo con mi abuelo. Sería una buena manera de glosar su figura.

Por sus bodas de oro, se celebró una misa de acción de gracias en la Catedral de Toledo. Después de la Misa, fuimos recibidos toda la familia por el Primado de España don Marcelo González, del que fue muy amigo. Don Marcelo le anunció a mi abuelo, en presencia de toda la familia, que había conseguido una audiencia privada con el papa Juan Pablo II. Viajamos toda la familia a Roma. Creo recordar que ese año fue declarado por Juan Pablo II “Año de la Familia”. La ocasión era ideal para que una familia numerosísima al frente de la cual estaba un hombre que había defendido a capa y espada el Magisterio de la Iglesia, fuera recibido por Su Santidad. Así lo había organizado don Marcelo y así quedó en la agenda del Pontífice. El día de la audiencia, estando ya en el Vaticano toda la familia, le fue comunicado que el Santo Padre estaba indispuesto y no podía recibirnos. Jamás le oí quejarse por aquello, ni siquiera desahogarse contando lo que había pasado y bien sabía él los motivos. Asumió las bienaventuranzas desde la primera a la última.

De su altura moral y humana, dio muestras cuando me pidió que organizara un encuentro con Pío Moa. El comando del Grapo en el que estaba enrolado Pío Moa robó y voló el coche de mi abuelo. En el coche había un álbum familiar que, meses más tarde, fue encontrado por la Guardia Civil en un piso franco del Grapo, con anotaciones de quién era quién en las fotografías. A través de un amigo en común, llevamos a Pío Moa a casa de mi abuelo, que esperaba, impaciente, como un niño. Recuerdo perfectamente la escena. Al abrir la puerta, mi abuelo le abrazó y le dijo: “don Pío, siéntase bienvenido a mi casa, le perdono de todo corazón y no se preocupe que no voy a reclamarle el pago del coche”.

En sus últimos años de vida, siendo ya nonagenario y tambaleándose su salud por el cáncer que padecía, brotaba de su interior una fortaleza interior que, contra el consejo de los médicos y la inclemencia meteorológica (temperatura cercana a cero grados, nieve y lluvia), le llevaba a participar, como siempre lo había hecho, en el homenaje a los caídos rumanos en Majadahonda del mes de enero. Recuerdo las dos últimas veces que asistió. Me llamó por teléfono para decirme que le recogiera en casa, que fuese discreto y que le había prometido a la abuela ir abrigado y no tardar en volver. Cuando mucha gente, por el mal tiempo, no asistía, cuando algunos, cansados, dejaban de asistir. Cuando otros, dedicados a menesteres más “importantes” y de “mayor proyección política” desertaban, él, hasta el final de sus días, estuvo junto a los suyos como desde el principio.

Recuerdo su cara de felicidad cuando se acercaba algún biznieto a besarle y abrazarle. Siempre los cogía en brazos y les miraba fijamente a los ojos con una sonrisa desbordante. Mi hijo nació siete meses después de la muerte de mi abuelo. Me perdí esa escena de la que, a buen seguro, ambos hubieran disfrutado. No logré vivir esa anécdota, pero la he soñado muchas veces.

¿Qué virtudes destacaría de él?

Tenía dones innatos que cultivó y acrecentó toda su vida. Poseía una mente privilegiada, hablaba varios idiomas (español, latín, inglés, alemán, italiano, francés…) y nunca, en sus cientos de conferencias, mítines, actos, intervenciones parlamentarias, etc. utilizó un solo papel. No sólo destacaría alguna virtud en él, sino que me atrevo a decir que vivió algunas en grado heroico.

La piedad. Era un hombre tremendamente piadoso. Aceptó los consejos espirituales que le fueron inculcados en la Acción Católica en sus años de juventud, de la que fue dirigente con Antonio Rivera, “el Ángel del Alcázar”. Era hombre de Misa diaria, Rosario diario y largos ratos de oración y lectura espiritual. A pesar de la “auto demolición de la Iglesia”, de la que fue testigo directo, no perdió un ápice de la tensión espiritual y ascética aun cuando aquellos hombres de la jerarquía lo atacaban y rechazaban por saberlo fiel a lo que la Iglesia había enseñado siempre.

El valor. No rehuyó jamás cumplir con su deber, ni por las amenazas de ETA o el Grapo, ni por la presión y persecución del sistema, ni por la difamación constante de los medios de comunicación.

Lealtad y fidelidad. La segunda mitad de siglo XX en España será conocida como la época de la traición. Época de los curas y obispos modernistas o marxistas o de los que directamente colgaron los hábitos. Los destacados falangistas o miembros del Régimen de Franco que se hicieron demócratas de toda la vida, socialistas o liberales. Los tradicionalistas que convirtieron la Tradición en una pieza de museo. Los que prefirieron no complicarse la vida, renegando en público de cuanto habían defendido durante décadas. Otros mimetizándose con los nuevos tiempos fueron homologados en el ámbito de la corrección política. El resultado: banderas arriadas, causas entregadas, estandartes arrojados por el suelo. Pero en mitad del desierto una voz retumbaba, un clarín de llamada, una palabra de lucha y esperanza por aquello que había sido bendecido por la sangre martirial de nuestros mayores. Era Blas Piñar, la encarnación de la lealtad, que murió con las botas puestas combatiendo hasta los últimos cartuchos.

¿Cómo eran su amor a Dios y a la Patria?

Amores radicales y de entrega absoluta. Arrodillado ante Dios, como buen vasallo, ante su Señor. En pie y erguido, sin paso vacilante, en su servicio a la Patria. Dios y España constituían sus dos amores inseparables, pues siempre tuvo presente el sacrificio supremo de aquella Cruzada de 1936 por el altar y el hogar. Cuando los que custodiaban el altar se olvidaron del hogar y los que debían cuidar del hogar lo enfrentaron con el altar, Blas Piñar dio un paso al frente para llevar esos dos amores que le consumían a la vida pública. Junto al amor a Dios y a la Patria, estaba su pasión por la Hispanidad.
 

¿Qué otras facetas destacaría de su personalidad?

Su sentido del humor que en él desbordante y le ayudó a relativizar la fuerza de los que se declararon sus enemigos. Juan María Bandrés, diputado de Euskadiko Ezkerra y compañero suyo en el Grupo Mixto del Congreso de los Diputados, con el que tuvo una buena relación, le regaló las obras completas de Sabino Arana. Mi Abuelo le contestó que, en justa correspondencia, le regalaría el compendio de encíclicas del Papa Clemente del Palmar de Troya. Cuando se acercaba la festividad de los Reyes Magos, solía contar a los que iban a verle que había escrito una carta al Papa para que suprimiera dicha festividad pues con tanta familia se iba a arruinar. Un periodista, a raíz de su muerte, lo contó como si fuera verdad.

Poseía un don de gentes propio de los grandes líderes y caudillos. De los que le conocieron nadie quedó indiferente. Su personalidad irradiaba atracción y su figura resultaba envolvente. Su calidad oratoria ha sido reconocida por todos. El propio Manuel Marín, presidente tantos años del Congreso de Diputados, afirmó que “Blas Piñar había sido el parlamentario más brillante”. Por la forma y el fondo de sus discursos, creo que no hay duda en calificarle como el mejor orador de los últimos tiempos, a la altura de Vázquez de Mella, cuya obra conocía casi de memoria.

¿Nos podría hablar de la importancia de la figura de D. Blas cómo personaje histórico?

La figura seglar más relevante del catolicismo español de la segunda mitad del siglo XX es sin duda alguna Blas Piñar. Sirva para sostenerlo alguna efeméride entre tantas. El 5 de abril de 1960, en el Teatro Español, pronunció el pregón de la Semana Santa Madrileña. En 1962 se conmemoró el IV Centenario de la Reforma de Santa Teresa y Blas Piñar fue invitado a pronunciar la charla inaugural del “Año Santo Teresiano” también el pregón final, ante las máximas autoridades de la jerarquía española y de la Orden del Carmen. En la Catedral de Tarragona, el 24 de enero de 1963 se inicia el Año Paulino en conmemoración de los mil novecientos años de la llegada a España del Apóstol San Pablo, con la presencia del entonces Arzobispo de Tarragona don Benjamín Arriba y Castro, el Nuncio de Su Santidad, decenas de obispos venidos de toda España, varios ministros del Gobierno y retransmitido en directo por Radio Nacional de España. El pregón que inauguró el Año Paulino en la Catedral de Tarragona corrió a cargo de Blas Piñar.

En mayo de 1967, se debatió en las Cortes Españolas la Ley de Libertad Religiosa, a instancias del Vaticano so pretexto de la declaración conciliar Dignitatis Humanae. Blas Piñar lideró al grupo de veinte procuradores en Cortes que se opusieron a dicha ley, siendo el más joven de todos ellos, y fue el encargado de presentar todas y cada una de las enmiendas y obligarse a defenderlas. En torno a Blas Piñar, el Arzobispo de Valencia don Marcelino Olaechea creó una comisión de expertos en la materia formada por dos padres dominicos, Victorino Rodríguez y Alonso Lobo; dos jesuitas, Eustaquio Guerrero y Baltasar Pérez Argos; un pasionista, Bernardo Monsegú, y un sacerdote secular, Enrique Valcarce Alfayate.

Destacan sus charlas cuaresmales, impartidas incluso en seminarios diocesanos, cuando los obispos presumían de su amistad ante futuros sacerdotes. Representante de España en congresos internacionales de Apostolado Seglar y Mariano, donde vivió y fue testigo de la penetración del humo de Satanás en la Iglesia. Trabó amistad con aquellos que, como él, sintieron el desprecio de la jerarquía por no renunciar a la Verdad y la Tradición. Tuvo amistad con el Cardenal Siri, con Monseñor Marcel Lefebvre, con don José Guerra Campos, con los sacerdotes de la Hermandad Sacerdotal Española (Padres Oltra, Venancio Marcos, José María Alba…) y con tantos otros que acudían a él para mostrarle gratitud y respeto por su compromiso con la Fe. Fue fundador del Capítulo Hispanoamericano de Caballeros del Corpus Christi de Toledo, al abrigo del gran Cardenal Plá y Deniel. Entré a formar parte del Capítulo en la investidura de caballero en la que mi abuelo actuó de padrino.

En el plano cultural y político, su ingente labor al frente del Instituto de Cultura Hispánica, del que fue director, con el colofón sonado de su destitución tras el artículo Hipócritas en la tercera página de ABC contra la política internacional de EEUU. Fundador y presidente de la editorial Fuerza Nueva y jefe nacional del movimiento político del mismo nombre, que convocó las mayores manifestaciones de Europa. Las primeras manifestaciones en apoyo a las víctimas del terrorismo de ETA, las convocó Fuerza Nueva. Las primeras manifestaciones de España contra el aborto y por la vida, las convocó Fuerza Nueva.

Las referencias harían demasiado extensa esta entrevista, pero podría utilizar la frase que dejó escrita don José Utrera Molina en el obituario que le dedicó en ABC: “Blas Piñar no fue uno de los mejores españoles de nuestro tiempo, sino el mejor”.

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